Una de las características marcadas en el autismo son las obsesiones. La mayor parte de estas corresponden al alivio del área sensorial, pero otros tantos son simplemente lo que define y forma parte de la personalidad de nuestr@s chic@s. Tenemos que preguntarnos, ¿cuan influyentes hemos sido en estas obsesiones?
Cuando pregunto sobre las obsesiones a padres de otros niñ@s, la mayoría han sido alimentadas por algún gusto particular a ciertos objetos como los peluches, películas, alguna pijama de superman, en fin algo que en algún punto, el cual desconocemos, le brindo seguridad y se quedo con eso. En nuestro caso, de cierta manera hemos alimentado la obsesión de Gino de manera inconsciente, les explico.
Genaro (papa) siempre ha sido amante de los carros. Todo lo que tenga que ver con carros le apasiona, a tal punto que en una ocasión, bromeando, me dijo que viviría feliz oliendo a aceite de carro, por lo que fue sumamente natural que comenzará una colección de carros a escala. Cuando nos enteramos que Gino llegaba a nuestras vidas, de manera instantánea heredo aquella colección, y a la vez, ya el tema de la decoración de la habitación había sido escogida…carros.
Gino tiene que tener un carro en la mano, preferiblemente dos en cada mano. Si buscas en sus bolsillos, carros, debajo de la almohada, carros, en el bulto, carros, en el asiento protector, carros, en fin en cuanto lugar Gino forma parte, ahí estan. Todos a su alrededor saben de su apasionamiento, por lo que tratan de entender que no funcionaba sin ellos, además que los gritos son en tono muuuy alto.
En el Head Start, sus compañeros respetaban esa conducta de Gino,hasta le cuidaban los carros y estaban pendientes a que los tuviera con el y aunque podía gritar por cualquier otra cosa, especialmente si cantaban o aplaudían, ya los demás asociaban que se calmaba con sus carros, creando a su alrededor una empatía inocente. En varias ocasiones cuando llegaba a recogerlo, tenia otro carro, distinto al de la mañana, y Zulma (maestra) me decía “se lo dieron” o “ese es de el”. Me creo tanta curiosidad de que mágicamente continuaban apareciendo nuevas adquisiciones que pregunte ¿de donde Gino saca tantos carros nuevos? Para mi sorpresa la contestación había sido que el hermano de Alondra (compañera de clase) se los regalaba. Un niño que no formaba parte de su clase, era parte de aquella relación de empatía/simpatía con mi hijo, que a su manera estaban entendiendo el autismo de Gino, algo que todavía me conmueve.
Hoy aun sigue con sus carros, y ha retomado una vieja obsesión, todo lo que sea redondo. De cierta manera me alegra porque se que con el pasar del tiempo el podrá adaptarse a obsesiones nuevas y sobre todo he aprendido a verlas como parte de su personalidad, aceptarlas, preparándome para manejar las nuevas que lleguen y todo lo que traen con ellas.
No veamos las obsesiones de nuestros chicos de manera negativa, veámos las como algo positivo que tengamos que manejar para lograr futuros resultados…. Rescatémolos......
Uno de los puntos que mas ha cautivado mi interes son esas peque~as obsesiones. Mi hijo Jaron ya tiene 9 a~os y en ese tiempo ha pasado por varias obsesiones como por ejemplo los trenes, el Universo etc... Por mi parte las veo como una oportunidad de aprender cosas nuevas y siempre ver como sacar cosas positivas de cada una de esas obsesiones. Creo que en parte es mi manera de Rescatarlo..
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